lunes, 30 de diciembre de 2013

"Nunca debí salir de mi cueva". May 2013. By Lourdes Vicente.






Historias  basadas  en hechos reales.

Nunca debí salir de mi cueva.

Me encantan las historias basadas en hechos reales. Y ahora me doy cuenta de las muchas historias que podría llegar contar. Ventajas de ir cumpliendo años.

Hoy he tenido la sensación de que se me estaban empezando a fundir los plomos. Ha sido durante el curso de nuevas tecnologías que hago en el instituto los lunes por la tarde. Y es que no es para menos.

Cuando llegué hace nueve años al instituto ni siquiera tenía correo electrónico. Me lo abrió una compañera en uno de nuestros ratos de asueto. Y no ha llovido desde entonces ni nada. No me reconozco.

Ahora tengo un perfil en facebook, uno en twitter, uno en google +, un blog que he iniciado recientemente y el whatsapp desde hace unas semanas. Seguramente me olvido de algo. Y a todos les doy de comer. Todos los días. Últimamente más al blog que me ha convertido en una bloguera transnacional y estoy que no doy crédito. No sé de dónde han salido los españoles-as, rusos-as, americanos-as, alemanes-as , un argentino-a, un ucraniano-a y un holandés-a que parece que visitan mi territorio online de cuando en cuando. No lo entiendo. Y de repente te autoimpones la tarea de contagiar al resto del mundo con las cosas que a ti te hacen vibrar. Casi nada.

Y por si fuera poco mi profesor hoy nos presenta una herramienta nueva llamada “Mestre a casa” con su propio chat, su propia agenda, su propio blog y su propio correo electrónico. Me he cortocircuitado. Mi ordenador tenía más ventanas abiertas que El Escorial.

He de confesar que he buscado la opción “poner lavadora” y no la he encontrado. A ver si esto al final no va a ser ningún chollo y  acabamos todos dando saltitos en “la nube” esa, ajenos a  la realidad.  O la realidad se acaba mudando a la nube y el mundo pasa a ser virtual. Solo pido que haya café en la nube.           

Esto del human multitasking es abrumador. ¿Se puede atender simultáneamente el chat de outlook, el de gmail, el de facebook, el de twitter, el whatsapp y el de “Mestre en casa”?  Necesidad no hay.

Y lo peor no es eso. Lo peor es el trasiego de las contraseñas. La de la alarma de mi casa, la del cajero automático, la de hotmail, la de gmail, la de facebook, la de twitter, la del móvil … Un sinvivir. Miedo me da cuando empiece el Alzheimer y con él el baile de números y letras.

Así que, de repente,  he sentido enormes deseos de volver a la cueva de la que nunca debíamos haber salido. Y he imaginado mis vacaciones en una caverna mona donde mi primera misión sería poner un cartel en la entrada que pusiera “NO-WIFI ZONE”.

Aquello sí que era vida. Todo el día con las acuarelitas pintando bisontitos en las paredes y jugando al pilla pilla o al aquí te pillo aquí te mato. Ni Grey en sus mejores sueños habría soñado unas vacaciones así,  con el sexo a flor de piel.

Así que si desaparezco no os preocupéis. Estaré bien.

Y sobre todo no intentéis contactar conmigo.

Estaré OFF.

Lourdes.

Lunes 20 de Mayo de 2013.

A mi amiga Pilar Tamayo, por insinuarme que escriba.











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