Hay personas que son estrellas.
No de cine. Mas bien de cuento.
Aunque se cuentan pocas realmente las hay por todas
partes.
Se las distingue por su brillo. Como una luz intensa y
fulgurante.
Y porque dejan un pequeño rastro. O estela. O pista. Un
no sé qué.
Nos gusta verlas de cerca. Estirar la mano para
acercarlas.
Si es posible tenerlas al lado.
Y es que además las estrellas son cálidas. Eso siempre se agradece. Sobre
todo por la noche que refresca más.
Las hay fugaces. Corren rápido y no se dejan atrapar. Pero
están.
Hay personas que son estrellas.
Están ahí.
Para ti.
Abre los ojos.
Otra Nochebuena que contar. Qué bien.
24
diciembre 2015
lourdes
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